Descripción
Sólo con el nombre ya se huele a Paella. La Barraca tiene sabor y evocación valenciana, casi arrancada de una obra de Blasco Ibáñez. Sus doce o catorce tipos de elaborar el arroz se han hecho famosos en Madrid y también en el extranjero. Hasta los japoneses saben lo que significa una paella hecha por los expertos de La Barraca, no sólo porque los turistas no se marchan de Madrid sin probar estos arroces, sino porque unas jornadas gastronómicas realizadas por los maestros-cocineros de este restaurante en uno de los mejores hoteles de Tokyo alcanzaron un éxito sin precedentes.
Y ¡asómbrense!, toda esta cátedra gastronómica comenzó por una apuesta. Eduardo Solis, un abogado dinámico que no se contentó con vestirse la toga sino que aprendió varios y muy diferentes negocios, en una tertulia de sobremesa, un amigo le retó a poner un restaurante, y al año siguiente citó a comer a sus retadores a su propio restaurante. Corría el año 1935 y desde entonces La Barraca ha sido un exponente del arte del buen comer.